Hablamos antes de los dígrafos “ll” y “ch”, que ya no son
letras del abecedario. En el mismo artículo de la Ortografía de la lengua
española de 2010, se comentan los nombres de otras letras. Veamos:
“La letra v tiene dos nombres: uve y ve. El nombre uve es el
único empleado en España, pero también es conocido y usado en buena parte
de América, donde, no obstante, está más extendido el nombre ve. Los
hispanohablantes que utilizan el nombre ve suelen acompañarlo de los
adjetivos corta, chica, chiquita, pequeña o baja, para poder distinguir en la lengua
oral el nombre de esta letra del de la letra b (be), que se pronuncia
exactamente igual. El hecho de que el nombre uve se distinga sin necesidad de
añadidos del
nombre de la letra b justifica su elección como la
denominación recomendada para la v en todo el ámbito hispánico.
“La letra y se denomina i griega o ye. El nombre i griega,
heredado del latino, es la denominación tradicional y más extendida de esta
letra, y refleja su origen y su empleo inicial en préstamos del griego. El
nombre ye se creó en la segunda mitad del siglo XIX por aplicación del patrón
denominativo que siguen la mayoría de las consonantes, que consiste en añadir
la vocal e a la letra correspondiente (be, ce, de, etc.). La elección de ye
como nombre recomendado para esta letra se justifica por su simplicidad,
ya que se diferencia, sin necesidad de especificadores, del nombre de
la letra i.
La letra i, cuyo nombre es i, recibe también la denominación
de i latina para distinguirla de la letra y cuando para esta última se emplea
la denominación tradicional de i griega”.