lunes, 30 de noviembre de 2015
Error publicitario
El principal error es separar con coma el sujeto y el predicado, como ya hemos analizado. Si se quiere indicar una pausa al leer la frase, para énfasis, unos puntos suspensivos hubieran cumplido la función.
El segudo tema es el gerundio. Quizás podría justificarse: es una acción casi simultánea, aunque el que se da el gusto es uno y el año termina con o sin nosotros. Es común oír (y decir) cosas como: "Termino el año hecho un trapo" o "¿Vos dónde terminás el año?". Como si hubiera una forma personal en que termina el año para cada uno. Aun con esta mirada egocéntrica de la época, no son dos acciones simultáneas, porque en realidad la compra y el fin de año no ocurren a la vez (¡no se puede comprar nada a medianoche del 31 de diciembre!). Y se me objetará que el "fin de año" no es una fecha sino un período que se extiende desde mediados de diciembre, aproximadamente, hasta el primero de enero a la tarde (cuando uno se recupera de los festejos), pero aunque nos demos "el gusto" en ese período, no habría simultaneidad porque la compra duraría unos minutos de esas dos semanas.
Como sea que lo analicemos, es un gerundio dudoso. Y como dijo la profesora Moliner (ver nota sobre el gerundio), ante la duda, mejor abstenerse, porque aunque se justificara, no demuestra un buen uso del idioma. Hay varias alternativas posibles:
Al terminar el año, date un gusto: no tiene precio.
Al terminar el año, darte un gusto no tiene precio.
A fin de año, darte un gusto no tiene precio.
(Se puede destacar que "Terminar el año y darte un gusto" no suena bien, porque los sujetos son dos; el año termina, el gusto me lo doy yo...) No pretendemos que el banco cambie su publicidad, pero le ofrecemos más variantes correctas:
Darte un gusto al terminar el año... no tiene precio.
Darte un gusto cuando termina el año...
Darte un gusto a fin de año...
Darte un gusto para terminar el año... (aquí se reforzaría el concepto de que cada uno termina "su" año)
En fin. Que cada uno termine su año como crea mejor y, si quiere darse un gusto, hágalo.
viernes, 27 de noviembre de 2015
"No estamos solos"
Como decía José Sacristán en su papel de locutor en "Solos en la madrugada". No estamos solos en esta lucha... aunque a veces nos parezca lo contrario, como bien registra Mox en esta tira.
Y feliz viernes...
jueves, 26 de noviembre de 2015
Manage, control, monitor
Se usan como sinónimos pero no son lo mismo.
“Control” (en inglés) puede ser problemático. Por ejemplo: Si el médico prescribe “controlar” el consumo de sodio, está indicando moderar o reducir alimentos salados. “Controlar los gastos” tendría el mismo sentido de moderar o reducir. Por otra parte, un jefe puede “controlar” a sus subalternos, es decir vigilarlos, o supervisarlos, y puede “controlar” (dominar, poner en orden) una reunión que amenaza con desbaratarse. Otros ejemplos serían un pedido como “Controlate” o “Controlá tus nervios/tu vocabulario”, “No pierdas el control”.
“Manage” se traduce muchas veces como “administrar” o “gestionar”, lo que es correcto para contextos laborales, manuales de empleados, descripciones de funcionamiento de una empresa, etc. “Management” es la gerencia o la administración de una empresa, y “management policies” serían “políticas administrativas o de gestión”. Pero no se puede traducir automáticamente, como se ve mucho, como gestión.
“Weight management” no puede tratarse como “gestión del peso”... Si lo tradujéramos como “control del peso”, tendría ese sentido de “dominar”, cosa que es difícil de hacer con el peso, pero además podría no ser exacto: si uno está excedido y el médico recomienda reducir los kilos, está hablando de “manejo del peso”, al igual que si hay otros problemas y se recomienda “manejo del sodio” o “manejo de la diabetes”: no podemos usar “controlar” hasta que lo hayamos, en efecto, dominado, para evitar confusiones. Otro ejemplo es “pain management”: significa “manejo del dolor”, cómo se actúa en su presencia, qué se hace cuando lo sufrimos. Se pueden tomar medicamentos o hacer algún ejercicio... o rezar. Ninguno de los tres métodos garantiza “controlar” el dolor (= dominarlo) y sólo cuando ya no se lo sienta se podrá hablar de que se lo “controló”, pero sí podemos decir cómo lo manejamos.
“Monitor” es “monitorear”: si bien el DRAE no la ha incorporado (sólo figura “monitorizar”, como se dice en España), figura en el Diccionario panhispánico de dudas: “del sustantivo monitor se han creado en español dos verbos, monitorizar y monitorear, ambos con el sentido de ‘vigilar o seguir algo mediante un monitor’ (...) monitorizar es más propio de España y monitorear se emplea más en América (...) ambas formas se pueden considerar válidas. Como se define, no es igual a “controlar”. Controlamos un proceso cuando lo observamos (controlamos que no hierva el agua para preparar mate), pero lo monitoreamos cuando llevamos algún registro de la observación. La maestra monitorea el progreso de un alumno cuando día a día toma nota de sus avances, dificultades, etc. Además puede “supervisarlo”, si no sólo mira y anota, sino que además lo orienta, le responde sus consultas, está ahí para darle algún que otro consejo.
Un grado más intenso de monitoreo sería la “vigilancia” (surveillance), que implica una observación con más atención, e implica que se prevé que algo (negativo) ocurra. La vigilancia médica o farmacológica es estar atentos a que cambie alguna circunstancia con respecto a una enfermedad o medicamento.
Como conclusión práctica, podríamos decir que con todos estos verbos ser literales es lo más seguro: manage = manejar (excepto que sea administrar o gestionar en el ámbito empresarial); control = controlar; monitor = monitorear; oversee = supervisar, vigilar.
“Control” (en inglés) puede ser problemático. Por ejemplo: Si el médico prescribe “controlar” el consumo de sodio, está indicando moderar o reducir alimentos salados. “Controlar los gastos” tendría el mismo sentido de moderar o reducir. Por otra parte, un jefe puede “controlar” a sus subalternos, es decir vigilarlos, o supervisarlos, y puede “controlar” (dominar, poner en orden) una reunión que amenaza con desbaratarse. Otros ejemplos serían un pedido como “Controlate” o “Controlá tus nervios/tu vocabulario”, “No pierdas el control”.
“Manage” se traduce muchas veces como “administrar” o “gestionar”, lo que es correcto para contextos laborales, manuales de empleados, descripciones de funcionamiento de una empresa, etc. “Management” es la gerencia o la administración de una empresa, y “management policies” serían “políticas administrativas o de gestión”. Pero no se puede traducir automáticamente, como se ve mucho, como gestión.
“Weight management” no puede tratarse como “gestión del peso”... Si lo tradujéramos como “control del peso”, tendría ese sentido de “dominar”, cosa que es difícil de hacer con el peso, pero además podría no ser exacto: si uno está excedido y el médico recomienda reducir los kilos, está hablando de “manejo del peso”, al igual que si hay otros problemas y se recomienda “manejo del sodio” o “manejo de la diabetes”: no podemos usar “controlar” hasta que lo hayamos, en efecto, dominado, para evitar confusiones. Otro ejemplo es “pain management”: significa “manejo del dolor”, cómo se actúa en su presencia, qué se hace cuando lo sufrimos. Se pueden tomar medicamentos o hacer algún ejercicio... o rezar. Ninguno de los tres métodos garantiza “controlar” el dolor (= dominarlo) y sólo cuando ya no se lo sienta se podrá hablar de que se lo “controló”, pero sí podemos decir cómo lo manejamos.
“Monitor” es “monitorear”: si bien el DRAE no la ha incorporado (sólo figura “monitorizar”, como se dice en España), figura en el Diccionario panhispánico de dudas: “del sustantivo monitor se han creado en español dos verbos, monitorizar y monitorear, ambos con el sentido de ‘vigilar o seguir algo mediante un monitor’ (...) monitorizar es más propio de España y monitorear se emplea más en América (...) ambas formas se pueden considerar válidas. Como se define, no es igual a “controlar”. Controlamos un proceso cuando lo observamos (controlamos que no hierva el agua para preparar mate), pero lo monitoreamos cuando llevamos algún registro de la observación. La maestra monitorea el progreso de un alumno cuando día a día toma nota de sus avances, dificultades, etc. Además puede “supervisarlo”, si no sólo mira y anota, sino que además lo orienta, le responde sus consultas, está ahí para darle algún que otro consejo.
Un grado más intenso de monitoreo sería la “vigilancia” (surveillance), que implica una observación con más atención, e implica que se prevé que algo (negativo) ocurra. La vigilancia médica o farmacológica es estar atentos a que cambie alguna circunstancia con respecto a una enfermedad o medicamento.
Como conclusión práctica, podríamos decir que con todos estos verbos ser literales es lo más seguro: manage = manejar (excepto que sea administrar o gestionar en el ámbito empresarial); control = controlar; monitor = monitorear; oversee = supervisar, vigilar.
miércoles, 25 de noviembre de 2015
Otras formas de decir
Si bien el siguiente cuadro fue preparado para ayudar a redactar mejor en inglés, y lo que solemos hacer es traducción al español, nos sirve para recordar que un texto en inglés puede contener estas variaciones, y los sinónimos pueden ser parecidos, incluso idénticos, pero son palabras diferentes. Necesitamos encontrar la correcta al traducir. Si el texto dice "extremely helpful", no usemos "muy", y no todo great es "grande", sino que puede ser "excelente", "espléndido", etc., según el contexto.
Por otro lado, también cabe recordar que no corresponde usar una variante para "mejorar" el texto si el original es algo soso... No nos toca embellecer un "She was smart" a "Ella era una joven extremadamente sagaz", ni se debe aumentar un "good" a "muy bueno", o "buenísimo", o "excelente"... Lo nuestro es "expresar en una lengua lo que está escrito o se ha expresado antes en otra", dice el Diccionario. No habla de embellecer ni mejorar el original. Somos los traductores, no los autores del texto.
martes, 24 de noviembre de 2015
lunes, 23 de noviembre de 2015
Dos frases coloquiales
Si se miran películas o series en idioma original, se escuchan siempre frases que cuesta descifrar, y más encontrar en los diccionarios formales. Pero en muchos de esos casos, nos salva el Urban Dictionary, que no es para nada académico (recoge definiciones de los usuarios) pero ayuda a los que no somos angloparlantes nativos con lo que se dice en la calle.
No way Jose es una frase rimada (José lleva una "i" al final en su pronunciación), y se usa para dar fuerza a un simple "no". Más coloquial, seguro, y tal vez más pintoresca (por la rima) que un simple "No way" (= De ninguna manera). Podríamos traducirlo como "Ni lo sueñes", "Ni loco", y si hiciera falta, rimarlo (se me ocurre algo como "Ni loco, Coco", "Ni de broma, paloma" o algo similar).
No can do es similar, pero no se usa igual. Significa lo que parece: "No puedo hacerlo", como si hubiera sido enunciado por alguien que sabe poco inglés (y quizás ese sea su origen). En el Urban aclaran: "Por lo general, una señal (aunque sign está mal escrito) de que se necesita un incentivo mejor o mayor". Se podría decir entonces que al usar esta frase en lugar de un simple "I can't do it" se le agrega ese sentido de que "podría llegar a hacerlo si mejorás la oferta". Un detalle a tener en cuenta si tuviéramos que traducirlo.
viernes, 20 de noviembre de 2015
miércoles, 18 de noviembre de 2015
Un malentendido y dos...
martes, 17 de noviembre de 2015
El más vivo
En septiembre de este año, Fundéu lanzó el libro "El español más vivo" 300 recomendaciones para hablar bien. El director general de la Fundación, Joaquín Muller, explica que no se trata de "un manual de estilo clásico, ni una ortografía (...) ni tampoco una gramática".
El "español más vivo" es ese "que aún no ha llegado a los diccionarios ni a las gramáticas, porque la lengua y sus hablantes siempre son más rápidos".
La obra tiene tres partes: léxico (donde pueden resolverse dudas sobre extranjerismos, neologismos, pobreza léxica, género y número o significado); gramática (por ejemplo, problemas como el queísmo y el dequeísmo, concordancias y conjugación); y ortografía (con consejos sobre acentuación, puntuación y mayúsculas). Se completa con seis breves glosarios con recomendaciones sobre términos y expresiones agrupadas por temas: espectáculos, moda, internet y tecnologías, deportes, latinismos y economía y empresas.
Se puede encontrar en Google un fragmento del libro en pdf.
El "español más vivo" es ese "que aún no ha llegado a los diccionarios ni a las gramáticas, porque la lengua y sus hablantes siempre son más rápidos".
La obra tiene tres partes: léxico (donde pueden resolverse dudas sobre extranjerismos, neologismos, pobreza léxica, género y número o significado); gramática (por ejemplo, problemas como el queísmo y el dequeísmo, concordancias y conjugación); y ortografía (con consejos sobre acentuación, puntuación y mayúsculas). Se completa con seis breves glosarios con recomendaciones sobre términos y expresiones agrupadas por temas: espectáculos, moda, internet y tecnologías, deportes, latinismos y economía y empresas.
Se puede encontrar en Google un fragmento del libro en pdf.
lunes, 16 de noviembre de 2015
jueves, 12 de noviembre de 2015
Humor de colega
miércoles, 11 de noviembre de 2015
Diccionario inclusionista
Nos cruzamos con una nota del medio español Las Provincias, en la que nos cuentan sobre nuevas inclusiones increíbles de la Real Academia Española:
Estimado dotor, en otubre lo invito a comer unas almóndigas con moniato, y de postre, madalenas. No se olvide de lavarse las manos y secarse con la toballa. Ah, cuidado que el baño está inundado: remánguese los bluyines.
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* Vagamundo y otros relatos. Eduardo Galeano, 2010.
- setiembre está incluida como alternativa en septiembre y otubre dice que está en desuso, pero ambas están;
- almóndiga: dice que está en desuso y es vulgar;
- madalena directamente conduce a magdalena, sin aclaraciones;
- moniato: lo mismo, redirige sin más a boniato (batata);
- toballa: en desuso, también (entonces, ¿para qué la incluyen?);
- bluyín: un americanismo, según el diccionario, aunque de este lado del océano creo que nadie lo usa...;
- vagamundo: sustantivo o adjetivo “poco usado”, vagabundo (y yo que creía que la había inventado Galeano*);
- dotor: poco usada y vulgar forma de dirigirse al doctor;
- culamen: esta parece ser un españolismo, variante de culo;
- asín: vulgarismo por “así”... salvo que siga “nomás”, y se junten... “asínomás”, no la escuché nunca;
Estimado dotor, en otubre lo invito a comer unas almóndigas con moniato, y de postre, madalenas. No se olvide de lavarse las manos y secarse con la toballa. Ah, cuidado que el baño está inundado: remánguese los bluyines.
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* Vagamundo y otros relatos. Eduardo Galeano, 2010.
martes, 10 de noviembre de 2015
Errores periodísticos
Errores en una nota del diarrio La Nación.
(fragmento; publicado 20/10/15) |
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Publicado por la @Comisión de Español del CTPBA en Facebook.
lunes, 9 de noviembre de 2015
El más dulce de los dulces
Creo que no puede haber quien nunca lo haya probado, al menos en nuestro país, pero por las dudas, la definición de Wikipedia dice "dulce tradicional latinoamericano que corresponde a una variante caramelizada de la leche". No sirve para saber lo que es en verdad... Harían falta unos buenos panqueques, un arrollado, una chocotorta, alfajores... o un tarro de Chimbote* para comerlo a simples cucharadas: así se lo conoce.
En cuanto al nombre, le decimos dulce de leche en Argentina, pero en otros países recibe otras denominaciones: manjar (Chile, Ecuador), manjar blanco (Cuba, El Salvador, Panamá, Perú), arequipe (Colombia, Venezuela) o cajeta (Guatemala, Honduras, México). Es doce de leite en portugués, confiture de lait en francés y milk caramel, o sólo caramel, en inglés. Un buen ejemplo de falso cognado: caramel no es caramelo (el que lleva el flan es caramel sauce o syrup [almíbar en Argentina]; los envueltos son sweets o candies. Y ojo que candy bar es barra de chocolate, aunque hoy en día se use en los cumpleaños para una "barra con variedad de dulces").
Lo consideramos un invento argentino, pero también se adjudican su origen Chile y Brasil, y es tradicional en Paraguay y Uruguay. No es difícil imaginar a un ama de casa hirviendo la leche con azúcar e "inventando" esta exquisitez en cualquier país...
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* Para cualquier marciano que leyera este artículo, el dulce de leche Chimbote, de Mar del Plata, es sencillamente el mejor. En mi humilde opinión, claro.
jueves, 5 de noviembre de 2015
Mermelada, jalea o dulce
Jam, marmalade, jelly... ¿Cuál es cuál? ¿En qué se diferencian? En el diccionario, entre las acepciones de cualquiera de esos términos aparece "mermelada"... Bueno, encontré un artículo donde se definen estas palabras: veamos si podemos aclarar algo las cosas.
Jam: se trata de una mezcla espesa de fruta, pectina* y azúcar que se hierve a fuego bajo pero con rapidez, hasta que la fruta está blanda. Se puede untar y también usar para rellenos.
Marmalade: pasta untable cítrica que se elabora con cáscara y pulpa de fruta. Se cocina un largo rato y no lleva pectina; para untar y glasear*.
Es decir, jam y marmalade podemos traducirlas como mermeladas sin inconvenientes, ya que la diferencia entre ambas es culinaria, no lingüística.
Preserves: pastas untables compuestas por trozos de fruta rodeadas de jalea. Son lo que nosotros llamaríamos dulce*.
Conserves: se preparan con frutas deshidratadas y frutas secas cocidas, tienen una textura muy espesa y con trozos. Son buenas para untar y para condimentar carnes y quesos. Se podrían traducir como conservas, aunque también se parecen a nuestras compotas*.
Jelly: se prepara con jugo de fruta, azúcar y pectina, y es translúcida, lo suficientemente firme como para mantener la forma. Puede prepararse con hierbas, té, vino, licores, frutas y verduras, en lugar de frutas. Jelly también es gelatina, que es lo mismo, si la hiciéramos de cero, sin el polvo para preparar...
En inglés, todas entran en la categoría de spread, que además del verbo (propagar, esparcir y untar) es un sustantivo traducible como "pasta para untar" o el adjetivo "untable": por ejemplo, cheese spread podríamos traducirlo como "pasta para untar de queso" o "queso untable" (donde cambiamos la categoría de las palabras entre sustantivo y adjetivo).
--------------
Vocabulario culinario:
pectina: se incluye para cocinar menos la fruta, conservar el sabor y el color naturales, dar textura y aprovechar el producto al máximo (se extrae de las cáscaras y semillas de manzanas y peras).
glasear: dar brillo a una superficie, recubrir con una capa de almíbar o de azúcar glas (impalpable en Argentina; caster sugar, powdered sugar, confectioner's sugar o icing sugar).
dulce: alimento preparado con azúcar; fruta o cualquier otra cosa cocida o preparada con almíbar o azúcar
compota: dulce de fruta cocida con agua y azúcar
Jam: se trata de una mezcla espesa de fruta, pectina* y azúcar que se hierve a fuego bajo pero con rapidez, hasta que la fruta está blanda. Se puede untar y también usar para rellenos.
Marmalade: pasta untable cítrica que se elabora con cáscara y pulpa de fruta. Se cocina un largo rato y no lleva pectina; para untar y glasear*.
Es decir, jam y marmalade podemos traducirlas como mermeladas sin inconvenientes, ya que la diferencia entre ambas es culinaria, no lingüística.
Preserves: pastas untables compuestas por trozos de fruta rodeadas de jalea. Son lo que nosotros llamaríamos dulce*.
Conserves: se preparan con frutas deshidratadas y frutas secas cocidas, tienen una textura muy espesa y con trozos. Son buenas para untar y para condimentar carnes y quesos. Se podrían traducir como conservas, aunque también se parecen a nuestras compotas*.
Jelly: se prepara con jugo de fruta, azúcar y pectina, y es translúcida, lo suficientemente firme como para mantener la forma. Puede prepararse con hierbas, té, vino, licores, frutas y verduras, en lugar de frutas. Jelly también es gelatina, que es lo mismo, si la hiciéramos de cero, sin el polvo para preparar...
En inglés, todas entran en la categoría de spread, que además del verbo (propagar, esparcir y untar) es un sustantivo traducible como "pasta para untar" o el adjetivo "untable": por ejemplo, cheese spread podríamos traducirlo como "pasta para untar de queso" o "queso untable" (donde cambiamos la categoría de las palabras entre sustantivo y adjetivo).
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Vocabulario culinario:
pectina: se incluye para cocinar menos la fruta, conservar el sabor y el color naturales, dar textura y aprovechar el producto al máximo (se extrae de las cáscaras y semillas de manzanas y peras).
glasear: dar brillo a una superficie, recubrir con una capa de almíbar o de azúcar glas (impalpable en Argentina; caster sugar, powdered sugar, confectioner's sugar o icing sugar).
dulce: alimento preparado con azúcar; fruta o cualquier otra cosa cocida o preparada con almíbar o azúcar
compota: dulce de fruta cocida con agua y azúcar
miércoles, 4 de noviembre de 2015
martes, 3 de noviembre de 2015
Otra vez las mayúsculas
El abuso de mayúsculas iniciales en inglés nos da una pauta de por qué algunos traductores las trasladan a sus trabajos. (Aunque también se ven en redacciones originales en nuestro idioma, como se ve en estas imágenes que recogió la Comisión de Español del Colegio de Traductores Públicos de la C. de B. A.)
Si bien es una cuestión de estilo en inglés usar mayúsculas iniciales en las palabras importantes de los títulos (sustantivos, adjetivos, verbos y adverbios), que por alguna razón conservamos al traducir, no tiene lógica colocarlas en cualquier sitio del texto, ni hay norma que lo avale.
En la oración que encabeza este fragmento de un folleto de una compañía de seguros que tuve que traducir recientemente, hay dos mayúsculas que podríamos justificar, ya que hacen referencia a un título: "Outline of Coverage" (Descripción de la cobertura).
Las que están marcadas en azul no son incorrectas en inglés: siguen a los dos puntos, y también es norma en ese idioma colocar mayúsculas después de ese signo, algo que no se debe copiar en español.
Todas las demás mayúsculas son injustificadas. Por un lado están las que inician cada punto de la enumeración: siguen a dos puntos (tampoco es correcto que haya dos series de dos puntos en la misma oración) y no son oraciones independientes, sino que continúan el enunciado previo al signo. El resto se han usado para resaltar expresiones como "médicamente necesario", "médico", "lesión", etc. Incluso aparece con mayúscula un pronombre ("Us"). Todas tienen intención de enfatizar, algo que podía haberse hecho con el uso de negritas o subrayado.
Un caso especial: la ley
En el último punto de la enumeración, tenemos un caso especial. Las mayúsculas iniciales aquí son diacríticas, es decir que sirven para diferenciar "una ley" sin especificar de alguna en particular, con nombre oficial. Y se usaron cuando no se debía. Dice el DPD: "Se escriben con letra inicial mayúscula... Los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de documentos oficiales, como leyes o decretos, cuando se cita el nombre oficial completo..."
Si un texto dice "la Ley de Derechos de los Trabajadores defiende los intereses...", no es lo mismo que decir "cualquier ley de derechos de los trabajadores defiende los intereses...".. En la oración figura incluso la palabra "any", lo que resalta el hecho de que se habla en general de cualquier norma, estatuto, decreto o ley, y no de una en particular. (Cabe recordar que act es ley, y nunca acta).
La empresa aseguradora quería dejar bien claro lo que no pagará... aunque usaron el mecanismo incorrecto para destacarlo.
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Otras entradas sobre el tema: Leyes, Localización a español de Estados Unidos, Análisis de mayúsculas injustificadas (en otros usos, palabra clave: mayúscula).
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Otras entradas sobre el tema: Leyes, Localización a español de Estados Unidos, Análisis de mayúsculas injustificadas (en otros usos, palabra clave: mayúscula).
lunes, 2 de noviembre de 2015
Incluir, incluido, incluyendo
Incluido
La tentación de “calcar” el gerundio es grande. Si dice including, nos sale casi automático incluyendo. Pero está mal. ¿Por qué? Una
explicación sencilla sería que no es algo que está ocurriendo en este
momento, mientras hablamos (no estamos incluyendo algo en el momento de
mencionarlo), sino que ya ocurrió (está incluido). Por eso usamos la mayoría de
las veces el participio para traducirlo, en concordancia con el objeto (lo que
se incluye): incluida tu casa, incluidos
los niños, etc.
Todos en la familia, *incluyendo a la mamá... > incluida la mamá...
Vendré todos los días, *incluyendo sábados y domingos. >incluidos sábados y domingos.
“Including”, en inglés, es preposición en los ejemplos mencionados, traducible por incluso (adv.) o inclusive (prep.), además de por el participio:
Vendré todos los días,
incluso sábados y domingos.
Todos en la familia,
inclusive la mamá...
Claro que también puede ser un gerundio, en una acción del
presente, con su traducción igual:
I’m including you, of
course. Te estoy incluyendo, por supuesto.
Esta expresión está popularizada en inglés en contextos de
hotelería y turismo, donde se emplean muchos términos sin traducir (tour, check-in, etc.). Pero puede
traducirse como “con todo incluido, con todos los gastos cubiertos”.
Incluir no es abarcar
Aunque puedan ser similares, y aparezcan en las definiciones
uno de otro, son dos conceptos diferentes. Abarcar está más emparentado con
contener, comprender:
= incluye el tiempo como paciente internado y en observación, podría incluir algo más, no es abarcativo
Están incluidos todos
los alumnos en la disposición.
La disposición incluye
a todos los alumnos. (~ abarca a todos)
Las películas que se
exhiben incluyen, entre otras, las realizadas por Almodóvar.
(no se puede reemplazar
por abarcan)
Ya habíamos analizado la diferencia entre incluir y contener.
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