Hay algunos refranes que tienen una versión literal en inglés (y supongo que en otros idiomas), otros tienen un dicho con el mismo sentido pero formulado en forma completamente diferente (ya analizaremos algunos de esos casos), y están los que nos torturan a los traductores y que sólo podemos "explicar".
Uno de los que tienen un par literal en inglés es “las paredes oyen” (walls have ears), que al parecer se originó en Francia (por lo que también existe en francés (les murailles ont des aureilles), en la segunda mitad del siglo XVI. Según algunos historiadores, la reina Catalina de Médicis mandó construir en las paredes de sus palacios (por ejemplo, el Louvre) conductos acústicos secretos que permitían oír lo que se hablaba en las distintas habitaciones, para así poder controlar cualquier conspiración en su contra. La frase con el tiempo pasó a utilizarse como señal de advertencia de que puede haber testigos de lo que se intenta que quede en secreto.
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