Seguimos en la serie de "¿Cómo se dice...?".
Decíamos que de chicos teníamos esa actitud de "devolverla" cuando alguien nos insultaba. Después aprendimos a adelantarnos, a anticiparnos, a "primerear" (verbo que no figura [aún] en el Diccionario de la Academia pero la dijo el Papa Francisco hace poco... y un diario peruano lo citó como neologismo: el Papa no la creó, muchachos, es un término muy usado en nuestro país).
Las dos frases que siguen, más que retruques a insultos (como los que vimos antes) son "preventivos".
“El que lo encuentra se lo queda”, sería la versión literal.
La frase sirve para establecer derechos sobre algo que uno ha encontrado. En español (y proveniente de la Madre Patria, claro) decimos “El
que se fue a Sevilla, perdió su silla”, dicho que al parecer se originó en la disputa por
el puesto en el arzobispado de Sevilla entre el titular, que había partido
dejando a su sobrino como suplente, y el suplente que no quería devolverlo al
regresar su tío.
Cuando los chicos canturrean “Finders keepers” completan la rima con “losers weepers” (el que lo encuentra se lo queda y el que pierde
llora). Esta segunda parte sería nuestro “a llorar a la iglesia” o “a llorar a
otra parte”, que indica cierta falta de tolerancia para el perdedor.
You snooze you lose
Esta frase me
encanta, quizá porque contiene esa palabra, “snooze”, que está impresa sobre el botoncito mágico del despertador para dejarnos dormir un ratito más. Snooze es siestita, sueñito (así, algo
corto, liviano) y el botón se llama así porque al presionarlo, en lugar de cancelar la alarma, le decimos al aparato "volvé a sonar en un rato, dejanos hacer una
siestita" antes de que tengamos que levantarnos sí o sí.
La frase “You snooze, you lose” significa, literalmente “si
te dormís, perdés”, es decir que el que se distrae, el que no está atento, no tendrá éxito o será superado por otro. En la fábula famosa, mientras la liebre se
hizo su siestita, la tortuga le ganó la carrera. Esto se describe, en español,
con la frase “dormirse en los laureles” (aunque involucra además que se ha obtenido algún triunfo), y rescatamos los dichos similares “Camarón que se duerme
se lo lleva la corriente”, “A quien madruga Dios lo ayuda” (que sería el
beneficio que implica no dormirse sobre los laureles... o no presionar el botón de “snooze”), y “Oveja que bala, bocado que
pierde”, que recomienda, en síntesis, callar cuando se debe comer y puede
aplicarse a que otro podría aprovecharse de la distracción y robarse la oportunidad.
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