Yo voy a explayarme en las deducciones que debemos hacer al traducir. Como siempre, hay que analizar el contexto... ¿Y cuándo no? Veamos. Tal vez alguien debe decidir en qué dirección ir: hacia el sur, hacia el centro de la ciudad, a la playa... y orientará sus pasos o su automóvil en esa dirección. Si estamos señalando podemos decir: "para allá". También la dirección que tomará su empresa, por ejemplo, que no es hacia un lugar sino hacia un resultado. Pero siempre usamos "hacia", que denota la dirección (aunque el DRAE diga "sentido") de una acción o movimiento.
Si uno va en el auto por una determinada calle o ruta, tendrá que ver en qué sentido (o mano, decimos) va esa vía: si la tomamos en el contrario, iremos a contramano y cometeremos una falta de tránsito.
Como lo entiendo, las flechas no nos marcan una dirección, sino el sentido.
Por otra parte, podemos tener que colocar algo en sentido vertical u horizontal, como una fotografía, un cuadro, o el celular. Y si es algo circular, puede necesitarse definir el sentido horario o antihorario (en el sentido de las agujas del reloj o en contra de él): esto se usará para abrir una llave, ajustar una tuerca, o circular en una rotonda.
A mi humilde parecer, podríamos resolver la disyuntiva de la siguiente manera: las direcciones pueden ser varias, pero los sentidos son dos. En el cartel de la ruta, tenemos que elegir la dirección a tomar: podemos seguir hacia adelante, por la ruta 234 o ir a la derecha para tomar la ruta 50. Otro ejemplo es el viento: tiene dieciséis direcciones posibles.
Los sentidos suelen ser dos: horizontal y vertical, hacia la derecha o la izquierda, y horario y antihorario. (Para desbaratar mi teoría, en la sopa de letras las palabras se pueden leer también en sentido diagonal...)